Zara Phillips |
Una vez analizada la protagonista principal de esta gran boda, pasemos revista a las invitadas. He escogido a las diez más destacadas, a las diez que más han captado mi atención, para bien o para mal.
Empezando por lo mejorcito que se paseó por la abadía de Westminster, encontramos a una espectacular Tara Palmer-Tomkinson, (dicen que ex del príncipe), con un vestido de Deborah Milner acertado en corte y color, los zapatos de Kirkwood no son del todo de mi gusto y tocado de Philip Treacy (El Rey sombrerero) simplemente genial. Tengo que decir, que si yo hubiera estado entre las invitadas iría del mismo porte, me parece elegantísima y actual.
Tara Palmer-Tomkinson y Miriam González |
Miriam González, esposa del viceprimer ministro Nick Clegg, optó por un precioso vestido en satén blanco y superposición de plumeti negro, obra de Miguel Palacio, algo holgado a mi parecer, el tocado original y favorecedor. Sus zapatos: en el armario de mi hermana, fue su toque low cost spanish de Zara.
Zara Phillips, la hija de la princesa Ana, lució un completo outfit, abrigo gris plata oscuro y una de las mejores pamelas de la jornada, junto con la de Marie Chantal, sin duda Zara ganó mucho en belleza con su acertada elección.
Carole Middleton y Máxima Zorreguieta |
Simplemente elegantes y correctas para la ocasión; Máxima Zorreguieta, con una preciosa mezcla de turbante-pillbox, que se camuflaba con su pelo y un conjunto de dos piezas de encaje nude. Carole Middleton, madre de Kate. Asumió su papel a la perfección, entiendo que tampoco podía salirse mucho del estilismo que llevaba, elegante. Su vestido de Catherine Walker, tocado de Jane Corbett, con bolso y zapatos del ahora llamado color humo.
Letizia Ortiz y Charlene Wittstock |
Si tuviera que dar un título a los estilismos de Letizia Ortíz y Charlene Wittstock, sería:”Tanta sobriedad asusta” fueron las más aburridas que pasaron por la abadía. La española de Felipe Varela, la sudafricana de Armani Privé.
Eugenia, Beatriz Y Samantha |
Y pasando directamente a las menos afortunadas, que si no hubieran sacado sus galas a la calle no hubiera pasado absolutamente nada; Las primas del novio, -hijas del príncipe Andrés y Sarita- Eugenia, con un vestido azul de Vivienne Westwood, que parecía un bombón sin desenvolver y su hermana Beatriz, con abrigo nude de Valentino, que se hubiera medio salvado de no ser porque se coronó con un tocado-aldaba.
Samantha Cameron, esposa del Primer Ministro, la peor de las peores, parecía que iba a una comunión de barrio, con un vestido drapeado verde esmeralda de Burberry, zapatos de Aldo.
Mención especial para Victoria Beckham, con un look de su propia firma, en azul noche o mosca que diría mi abuela, era sencillamente perfecto para un funeral. Menos mal que se llevó a su marido…No se puede estar mejor, a él le hubiera perdonado ir con la equipación de fútbol.
Hasta aquí mis impresiones de la boda real, mañana más y mejor.