Se buscan 5 cm





 Ser más alto, es uno de los “problemas” estéticos no resueltos aún por el maravilloso mundo de la mejora física. Las chicas todavía podemos solventar la falta de estatura (si es necesario),  calzándonos tacones kilométricos que alargan y estilizan la figura, si, es una solución de “pan para hoy y hambre para mañana” pero ahí vamos lidiando el tema aquellas que no somos pinos. Pero cuando alargar la talla se trata de una cuestión masculina, montarse en unos tacones resulta una tarea de  intrépido camuflaje…






Numerosos hombres de nuestro panorama social buscan la manera de ganar estatura sin parecer una Drag Queen. Un afamado ejemplo, es el presidente francés Nicolás Sarkozy. El mandatario galo, casado con la ex top model, Carla Bruni, lo tiene algo difícil,  (a pesar de que a ella  lo único que le falta es ir descalza), pues bien, Sarko,  se calza unos tacones de siete centímetros para estar a la altura de su esposa. Eso sí, no es ni el primero ni el último, se han rendido a las alzas entre otros; el Primer Ministro de Italia, Silvio Berlusconi, el actor Tom Cruise, el cantante Elton John o el diseñador Karl Lagerfeld.




Los maestros zapateros hacen a mano estos exclusivos zapatos según la horma del cliente,  un proceso de elaboración de unos tres o cuatro meses, que encarece el producto, la broma te puede salir desde 2.000 a 30.0000 euros.

Como ya sabemos,  nada está inventado, cuatro siglos antes, otro francés de gran talla (no literal, obviamente) paseó sus tacones por todo el globo:

Luis XIV lució taconcitos para disimular su corta talla y con ello revolucionó la moda del calzado hasta nuestros días, todavía hoy se continúa hablando sobre los zapatos del Rey Sol. Christian Louboutin, confiesa: “La estatua de Luis XIV lleva unos de mis zapatos preferidos: una especie de sandalia retrabajada”.

 


Este Rey mostró una gran preocupación por su imagen -no podía pasar por delante de un espejo sin mirarse en él-, Luis XIV no seguía las tendencias de la moda, las imponía, así como las costumbres en el vestir: enormes pelucas de pelo natural, mangas adornadas de ricos encajes venecianos y por supuesto, sus famosos zapatos de tacón alto. Zapatos exquisitos elaborados siempre por su zapatero personal, el francés Nicholas Lestage. Un artesano al que dió  instrucciones de cómo debían ser los zapatos que calzaran sus pies; refinados,  adornados con vistosos lazos, brocados, bordados en plata con escenas de batallas, piedras preciosas, tacón con una pequeña curvatura y suelas de color ¡rojo! (si levantara la cabeza Lestage, se acabaría La Guerra de las Suelas entre Louboutin y YSL). 


Tanto derroche de medios e imaginación, precisaba una exclusividad, de modo que el Rey prohibió llevar este modelo de calzado al resto de la corte, aquel que desobedeciera sería castigado con la pena de muerte.

 Aún hoy, no hemos ganado la batalla a la altura, la mujer y el hombre del siglo XXI continúan cayendo rendidos ante el encanto del tacón.


4 comentarios:

  1. Interesantísimo el post, desconocía la historia de los tacones masculinos. De hecho, si soy sincera solo sabía que los utilizaba Sarkozy, je,je.

    Bss.
    http://melancora.blogspot.com

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  2. Gracias Chicas!

    Con esto queda patente, que nuestra afición por los tacones "algunos" hombres la entienden a la perfección (aunque no quieran reconocerlo!) ;)

    XXXXX

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