Operación Ni-Ni

Un año más la temida operación bikini se me ha echado encima y como resultado, lo único que voy a dejar al descubierto por el momento -cual fashion mummy-  son los pies! Ni short, Ni bikinis.
Ante el temor de tener que dejar al descubierto ciertas zonas de mi cuerpo, he decidido centrar toda la atención de miradas ajenas de una forma impecable, hacia la base de mi cuerpo.

Con todo el dinerito que he ahorrado durante la primavera en dietistas e idas y venidas al gimnasio, he obtenido un superávit para comprarme un regalito de consolacion y he aquí el gran problema…

Siempre que pasamos por delante de uno de los magníficos escaparates de grandes firmas, los amantes de la moda sentimos que traspasando el umbral de esa puerta, existe una Wunderkammer o Cuarto de maravillas, con todos y cada uno de esos objetos de deseo que llevan metiéndonos por los ojos meses atrás mediante editoriales de moda o websites, como se nota que no soy asidua a traspasar dicho umbral, mi gozo al pozo...

Si no vives en una de las grandes capitales, debes hacer una búsqueda exhaustiva de las tiendas, teléfonos y direcciones. Entonces das con el sitio web y entre las 200 pestañas  de este, encuentras los zapatos de tu vida… Esos que después de conocerlos te das cuenta que calzan los pies de modelos y celebrities, lo que aumenta el interés.
 
Tras temores varios, te lanzas y llamas a la tienda, amablemente te atiende una voz insinuante para comentarte  que en España no se reciben ciertas cositas, ni colecciones completas, ni esos total looks que nos acechan en fiestas, publicidad y reportajes. Eso sí, te deja bien claro que quizás podrían encontrarse en Milán o París  -Señorita, se los localizo y la vuelvo a llamar- de esto hace ya 20 días, como se nota que estos no tienen crisis, ni el más mínimo esfuerzo por embolsarse lo que podría ser el sueldo de uno de sus dependientes.


A todo esto, los franceses creadores de mi pequeño capricho no tienen venta online, debe ser porque  Forrester Research  (empresa especializada en estudios de mercado)  publicó en 2008  que las marcas exclusivas con sucursal online, se sienten decepcionadas con los resultados obtenidos. Me inclino más por mi propia teoría, sobre que en las compras online el pago debe hacerse con una única tarjeta, mientras que en tienda se permite el pago con más de una tarjeta de crédito de una prenda u objeto. Si no, que se lo cuenten a los pelegrinos que acuden al Corte inglés de Castellana, solo para pagar sus compras de firma a plazos con la tarjeta del dicho centro. Claro, todos no pueden comprar a golpe de talón.


Yo, la verdad es que soy más de servicio personalizado, de probarme el asuntillo in situ, siempre inspira más confianza y ya que te gastas una pasta, pues que te hagan la pelotilla un poco face to face. Desafortunadamente, esta vez me he quedado con las ganas de marcarme un viajecito a la capital, calzar mis pies como una reina y desviar miradas al suelo.



El lujo llama al lujo, y yo, continuo esperando la llamada...


5 comentarios:

  1. Jaja me gusto mucho tu entrada. De verdad muy interesante. Me quede con ganas de ver qué es lo que te querias comprar.
    Me encanta que tu blog tenga un aire vintage. Me encantan las fotos antiguas y me encanto la entrada que hiciste sobre la diseñadora de vestidos famosos

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  2. Hombre... mil gracias Pop y BB (por cierto, BB tu blog de belleza es genial!)

    XXX

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  3. me ha encantado este post. Llevas muchas razón en todas las cosas que expones. Yo también prefiero la venta en boutique, tiene un encanto del que la on line carece. Sólo uso esta última para cosas muy conretas.

    Saludos.

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  4. La compra online es mucho más cómoda (sobre todo para las personas que odian ir de compras), pero carece de cierto encanto...

    XXX

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