Probablemente no sea el más perfecto, ni su diseño excepcional, de hecho yo jamás pagaría por tener uno similar. Pero, este camisón transparente, (por mucho que otros se empeñen en llamarlo vestido) pasará a la historia. ¿Por qué? Porque fue con el Kate Middleton terminó de conquistar al futuro rey de Inglaterra, (parecer ser que hasta entonces el principito, se resistía un poquito a sus encantos).
Pues bien, como no podía ser de otra forma, el vestido ha salido a subasta y como no, multitud de “excéntricos” no se resistían a apropiarse de una prenda intima perteneciente a una futura reina de Inglaterra.
El vestido en sí, no vale nada, de hecho era una falda larga que en el último momento se decidió apañar como “vestido”. Una sencilla2002 y fue el camisón que la entonces estudiante Lady k, prenda de encaje que costó a su creadora Charlotte Todd apenas 35 euros en eligió para llevar en el desfile de caridad de la Universidad de Saint Andrews. Desde entonces, el vestidillo estuvo arrinconado en un perchero de la diseñadora sin pena ni gloria, hasta ayer.
El 17 de marzo, fue subastado por Kerry Taylor Auctions, (especialista en subasta de textiles finos y ropa antigua de alta costura), con un precio inicial de entre 12.840 y 16.050 dólares y que fue finalmente vendido por 125 mil 857 dólares ¡Por Diooor! rebasando las expectativas iniciales que se quedaba en 16 mil dólares. El camisión, adquirido por un comprador privado de Jersey, una de las islas Anglo Normandas, está posiblemente esperando a después de la boda o coronación para rentabilizar su nueva inversión. El salto de cama, se ha convertido en una versión de futuro que va ganando valor conforme pasan los días.
Este famoso desfile fue supuestamente la ocasión en la que el príncipe Guillermo miró por primera vez a la Lady K con “intenciones románticas” (las anteriores intenciones, no nos quedan claras…), por lo que el atuendo de ella sobre esta mini pasarela, ha desatado un gran interés general, desembocando en una Katemanía que los padres de ella aprovechan afanosos produciendo artículos de suvenir de la futura pareja real, ya que los “pobres” padres de Lady K deben hacerse cargo de todos los gastos de la célebre boda, menos mal que Willy no me eligió a mí como esposa que si no la hubiera tenido que pagar su abuela.
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