Premios Marie Claire

Ayer  la residencia de Bruno Delaye, embajador de Francia en España, se convirtió en la sede de los premios Marie Clarie, que por octava vez confían en su buen hacer para celebrar su gala anual.


Multitud de caras conocidas y entre los premiados, los diseñadores Carolina Herrera, siempre diplomática, me encantó su abrigo de abrigo de terciopelo rojo oscuro con puños de visón, (aunque he de reconocer si le quitas los puños, te sirve de batita de estar por casa). La firma Ailanto se alzó con el prix al Mejor Diseñador Nacional en la pasada edición, este año nada, aunque los gemelos Iñaki y Aitor Muñoz lucieron originales esmóquines. Andrés Velencoso salió de la gala con el premio a mejor modelo masculino bajo el brazo, que raro… ¿no?

Y volviendo a las caras conocidas y dejando a los premiados, sobre la 'alfombra rosa', destacaron unas para bien y otras para algo más que mal.



Top Five de las peor vestidas

1. Rossy de Palma, encabeza este top ten de las peor vestidas. Como de costumbre dió el cante con un vestido de Azzedina Alaia, sin nice comentarios posibles.

2. Fiona Ferrer, acertó con el corte del vestido, pero desde luego no con el estampado de leopardo. ¡Horror! Made in Juana Martín, una clonación de Cavalli.

3. Martín Berrocal, con su “su, no solo de propiedad sino de creación” vestido largo azul, con un corte en las piernas que hubiera fascinado a Lola Flores,  algo excesivo para mi gusto.

4. La presentadora Mónica Hoyos, no esperaba que destacara en elegancia y recurrió al estilo Audrey Herpburn, con un vestido largo y con una diadema de brillantes en el pelo, el rollo Audrey a estas alturas me da sueño.

5. Concluimos con Katerina Strygina, que no me queda muy claro, si no se enteró donde iba, si el evento la sorprendió sin modelito, si echó mano del armario del madre del Marichalito o que simplemente es ella, (bastante decepcionante).



Pero he de decir, que no faltó la  expresión del buen gusto, bellezas clásicas y bellezas modernas.

Las bellezas clásicas; Eugenia Silva, radiante con un vestido negro largo abierto a la espalda y cola en la parte posterior, creación de Armani. La modelo Mónica de Tomás, lució espectacular en un vestido del maestro Elio Berhanyer. Sólo le hicieron sombra Paloma Cuevas, con un impresionante vestido blanco de inspiración egipcia de Andrew GN y la mismísima Adriana Abascal, elegante de Oscar de la Renta.



Y entre las bellezas modernas, Amaya Arzuaga (de ella misma), Esmeralda Moya preciosa, con un vestido corto del  diseñador sevillano Fernando Claró, ¡Bravo! Verónica Blume, algo más informal aunque con mucho rollo de Escada y Rosarillo, su vestido de Oscar de la Renta me gustó bastante, en contra de lo que muchos piensen, si es cierto que su peinado ayuda poco a conseguir un impecable look.


De esta gala podemos sacar dos cosas en claro: que la sencillez es símbolo de buen gusto y que ser cauteloso con a “personajes” se invita a la casa del embajador es fundamental.


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