Que el mundo del “fashion business” está más de moda que nunca, no es ninguna novedad, lo sé, no descubro América (de hecho nunca lo hago). De modo, que en la vertiente más cultureta las salas de exposiciones, fundaciones y museos conscientes de este fenómeno aprovechan el tirón aunando ambos conceptos; moda y exposición. Arrastrar al público al museo parece más fácil que nunca y esta unión simbiótica (con permiso de la simbiosis de Gran Hermano 1), parece ser que funciona de sobra, las expos de los huevos de oro, las llaman.
A pesar de estar involucrada en el mundillo del arte/exposiciones y de la moda desde hace tiempo, jamás he visto semejante proliferación de muestras de moda y sobre todo, el interés que se genera en torno a ellas sea el que sea el material expuesto. Ya quisieran la afluencia de público de estas exposiciones otras disciplinas para sus arcas o contadores de visitantes, porque al fin y al cabo, todo se reduce a números.
Da igual si llueve, ventea o nieva, me echo el niño al hombro, el novio a la espalda, madrugo el día del señor, espero la cola desde primera hora de la mañana y una vez que traspaso el umbral de acceso, ya puedo respirar tranquila y decir que YO estuve allí. Y si no es suficiente con tu alegría interior, siempre puedes echar mano de tu BB o Iphone y tuiteas la expo mientras caminas entre maniquíes en penumbra a expensas de un buen golpe.
En el caso que de los métodos de conservación no sean lo más estrictos, siempre puedes hacer tus propias fotos, ese acto de propiedad y posesión que muchos no entienden; cuantas veces hemos oído: “si esas imágenes, las encuentras en google con mejor calidad”, ya, pero captas tu vivencia personal en ese sitio. Además que usar tu propio material para luego publicar siempre será mejor.
Admirar obras de alta costura y otras de no tan alta, dependerá siempre de nuestras inquietudes personales o del posible “engaño” al que nos veamos sometidos. Aunque no lo creamos aquí, TODO VALE, últimamente he cambiado de perspectiva y puedo decir a pulmón lleno que en el amor, el arte y la moda, si que vale todo, me guste o no.
Cualquier objeto relacionado con la moda es “digno” de ser expuesto, aunque no presente ningún interés, ni general ni particular; podemos exponer unas simples fotos con algún pretexto, aunque carezcan de contenido, exclusividad o singularidad. Eso sí, al ser material relacionado con la moda darán el juego suficiente para montar una exposición que con la debida y eficiente comunicación podrá convertirse en la verbena soñada.
Con verbena o sin ella, he realizado mi particular tour por las exposiciones más “sonadas” de la capital. Señores, juzguen ustedes mismos en el próximo post. Hasta entonces, ojo y vista, con lo que se expone por ahí y
que no os den alta costura por Prêt-à-porter.
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