Un par de viejas razones...



Hace ya casi un par de meses, cuatro sujetadores conmocionaron a medio mundo y es que un descubrimiento al más puro estilo Indiana Jones pero en versión erótica de prendas íntimas fechadas en época medieval, han sido halladas durante una excavación en el castillo austriaco de Lengberg. Un hallazgo que sin duda contradice la idea asumida hasta ahora de que el sujetador no existió antes del siglo XIX y que nuestras antecesoras medievales no iban estilo hippie, sin sujeción de ningún tipo, ¡aaaay! Pobres de aquellas a las que la gravedad les podía y no tenían manera de recolar ese par de gemelas que toda mujer lleva de fábrica.

Pues bien, las prendas medievales encontradas se parecen bastante a los sujetadores actuales; tienen dos copas (que no tres, la evolución femenina continua siendo la misma) y elementos decorativos; para que luego digan en aquellos tiempos todo era despiporre, pues no, también había interés por el detalle.

Estas prendas íntimas aparecieron junto a otros 2.700 fragmentos textiles durante las investigaciones arqueológicas que un equipo de la Universidad de Innsbruck. La prueba del carbono 14 a la que han sido sometidas las sitúan entre los años 1.440 y 1.485. Intuyo que se han conservado en este buen estado, porque se dieron las condiciones climáticas o se creó un crimoclimax adecuado para su conservación, de otra manera obviamente habría sido imposible.

Sea como fuere, estas "bolsas para los pechos" o "camisas con bolsas" como las denominan los escritos medievales han llegado a nosotros, desintegrando las teorías que atribuían los orígenes de esta prenda a la corsetera francesa Herminie Cadolle a finales del S.XIX.

 
Herminie Cadolle (1845 - 1926), inauguró en 1887 su primera tienda/taller de ropa interior hecha a medida, donde se inventó una prenda de dos piezas llamada le bien-être (el bienestar). La parte inferior era un corsé para la cintura y la parte superior (la de los senos) iba sujeta por medio de cintas al hombro. Tal prenda revolucionaria se exhibió en la Exposición Universal de 1900 y para 1905 se vendía por separado como un soutien-gorge, nombre con el que los sujetadores son todavía conocidos en Francia. La creación de Herminie se convirtió en El ajustador de reinas, princesas, bailarinas o actrices, incluso Mata Hari fue una de sus primeras clientas.


 




 














Pero como en todo buen negocio, la polémica siempre está servida, se estableció una disputa por la patente con Sigmund Lindauer, (procedente de una familia alemana de corseteros), que también había patentado una versión elástica de ajustador en 1913. Este alemán, inventor de Hautana, primer sujetador fabricado en serie por su compañía: "J. & S. Einstein". La cosa nunca quedó clara tras la expropiación de la empresa por los nazis debido a su origen judío, acabaron huyendo del país.

La historia nunca se cierra, el origen de ciertos objetos nunca dejará de sorprendernos, ni lo sabremos con exactitud. Quizás ese sea realmente su encanto.



 
 

5 comentarios:

  1. Me gusta mucho tu blog, escribes sobre temas muy interesantes.

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  2. Mil gracias Elisa, me alegra saber que lo escribo te resulta interesante.

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  3. Gracias Elisabet! Me alegro que te guste! ;)

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  4. Muy curioso lo del origen del sujetador, no tenía ni idea. De todos modos, no me sorprende que antiguamente las mujeres utilizaran algún método de sujeción, si el pecho es abundante realmente es muy incómodo llevarlo suelto.

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